Luego de ver la película "Tres Idiotas" me resultó familiar escuchar la
frase “compitan o mueran”, ya que en mi profesión militar el tener una
buena antigüedad (posición en el grupo) lo es todo. Quien es el primero
es visto como el mejor, de manera intrínseca se gana la admiración y
respeto por parte de las promociones contemporáneas que lo asocian con
sinónimos de honor, inteligencia y excelente espíritu militar.
Muchos
son los ejemplos que en mi corta carrera he visto como consecuencia de
la famosa “antigüedad”; amigos que se ponen el pié mutuamente,
enemistades que se generan por intimidades que salen a la luz para que
el otro pueda fungir en el puntal del honor y la rectitud.
Es que lastimosamente Fuerzas Armadas solo premia a los mejores, que no necesariamente serán
los mejores líderes que se necesitan para solventar una crisis. Soy uno
de los primeros de mi clase, pero a veces me siento frustrado porque no
logro destacarme en algo que me asegure un puesto en el sitial de los
generales recordados como Carlomagno Andrade o Miguel Iturralde.
Y es
que desde que era recluta "ñarra" cadete del Colegio Militar "Eloy Alfaro" me criaron con la ambición de ser Comandante de Curso, luego Brigadier y ahora General, cuando yo
solo quiería dar mi mejor esfuerzo, que mi tropa me recuerde con cariño, que mis superiores
oigan mi apellido y lo asocien con honestidad, rectitud y solvencia.
Tan solo quiero que mi nombre sea conocido por los buenos
soldados que vienen a mí en busca de una solución práctica porque
confían en mis capacidades de liderazgo y don de mando. Tan solo quiero
estrechar la mano de la gente y poderles ver siempre a los ojos porque
no debo, ni me deben ningún favor. Yo tan solo quiero que a mis hijos,
la gente que me conoció, les digan tu padre fue un soldado íntegro.
"LOS MACACOS COMPITEN, LOS LÍDERES TRABAJAN EN EQUIPO".
Capt. Marco Antonio Granja
Capt. de A.
Inspector General COMIL-3
Capt. Marco Antonio Granja
Capt. de A.
Inspector General COMIL-3
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